Felipe Calderón es ya Presidente electo. De eso ni duda que quepa. Sin embargo le esperan días difíciles de aquí al primer día del mes de diciembre próximo.
Primero --ya declarado electo por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación-- tuvo que recibir el bando solemne que le expidiera la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión casi subrepticiamente y después de cumplir con toda una serie de medidas de casi máxima seguridad, y después hubo de suspender uno de los actos oficiales que en calidad de tal habría de realizar en su estado natal: Michoacán.
A escasos días de haber sido declarado Presidente electo Felipe Calderón tuvo dos momentos difíciles. Estos los ha tenido también, aunque sin estar de por medio su persona, por la actitud que en el Congreso de la Unión mantienen los diputados y senadores del PRD, PT y CD, por el comportamiento de simpatizantes de AMLO –que no lo bajan de espurio—y por el tono de ciertas corrientes de opinión (entre ellas de intelectuales) que no dejan de criticar su elección y ponen en duda la legitimidad de su investidura.
Los días difíciles serán parte de la agenda política-personal de Calderón Hinojosa. El camino hacia la Presidencia de la República –aún, pues, con la declaratoria de electo en la bolsa – de ninguna manera será fácil para él, contra el que se esperan protestas de diversa índole, resistencia civil colectiva, insistencia a desconocerlo como Presidente, etcétera, y, como si todo ello no fuera suficiente, operativos tendientes a impedir su toma de posesión del cargo (lo mismo por diputados y senadores que por gente del pueblo.)
Durante septiembre, octubre y noviembre Felipe Calderón tendrá días difíciles (algunos de ellos más que otros, quizá). El 1 de diciembre podría serlo aún más. Sin duda ningún Presidente electo de la época moderna de la política nacional habrá pasado por lo que él tendrá que pasar (y todavía faltaría saber como le iría en sus primeros días de Presidente constitucional del país.).
Calderón Hinojosa no la tiene fácil: los días difíciles serán la agenda política de todos los días de Presidente electo. No se ve de otra manera su situación. El fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la misma emisión del bando solemne por parte de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el beneplácito de Vicente Fox por su triunfo (y el de gobiernos extranjeros, empresarios, iglesias, prensa nacional y extranjera, etcétera) y todo lo demás no cambian el tenor de las cosas (y de los acontecimientos).
Lo deseable sería que Felipe Calderón, por ser ya Presidente electo, tuviera vía cómoda –como otros en su momento —hacia Palacio Nacional. Esta vez no será así por las circunstancias de la elección Presidencial, que a quien la ganó sólo le ofrece días difíciles, porque además ni Vicente Fox, ni el propio Calderón Hinojosa ni el PAN, ni tantos más, han sabido encontrar la fórmula para que la transición no se dificulte tanto y las cosas se den en normalidad democrática.
Por Francisco Peralta Burelo
Villahermosa, Tabasco
TABASCO HOY
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